Oriente Medio lleva tiempo cogiendo fuerza como destino para los viajeros europeos gracias a las conexiones que aerolíneas como Royal Jordanian ofrecen a ciudades como Jordania, Beirut, El Cairo e incluso Tel Aviv desde las principales capitales españolas.
El contraste cultural, la tradición e historia de estos destinos, su gastronomía y, cómo no, su gente, son los principales reclamos a los que apelan para viajar al exotismo oriental.
Descubrir Jordania más allá de solo Petra
Si se menciona este país, automáticamente la mente viaja a una imagen: Petra. El hogar de los nabateos, solo accesible a través de un desfiladero donde van surgiendo los edificios más conocidos como el Deir (Monasterio), los restos de la ciudad romana o el Tesoro de Petra.
Pero Jordania es más que Petra. Amman, la capital jordana, muestra al mundo los vestigios de la ciudad romana que fue y que, posteriormente, pasó a ser musulmana. De foros a mezquitas y de ahí a las iglesias bizantinas de su época cristiana, el turista que se acerca a Amman disfrutará de la puerta de los castillos del desierto, con sus fortificaciones omeyas o el contraste del Mar Muerto, el lago situado a poco más de 400 metros al nivel del mar donde es obligatorio ver cómo su concentración salina tiene la capacidad de hacer flotar.
Beirut: la capital del Líbano modernizada
Líbano es otro de los destinos estrella de este otoño. La capital abre sus puertas al turista occidental para mostrar, en rincones escondidos entre edificios casi derrumbados, los tesoros que esconde desde su época fenicia de hace más de 5000 años.
Misteriosa, a través de sus barrios se conocen también sus legados. Desde el barrio musulmán al cristiano, desde la zona de Hamra más moderna al lujo de su Downtown, de la Playa a su Paseo Marítimo, imprescindible al atardecer. Todo un reto para el viajero más aventurero y dispuesto a recorrer el alma de una ciudad que ha sabido reinventarse una y mil veces.
Tel Aviv: el resurgir de la información y tecnología
Aunque es una de las ciudades más históricas de Israel, si hay algo que atrae hoy al turismo es precisamente su aire cosmopolita. Su capacidad de haberse puesto en la pugna por ser un referente no solo de la modernidad de Oriente Medio sino también tecnológico.
Patrimonio Mundial, abre sus encantos para como base de para los que quieren descubrir también desde ella Jerusalén y Haifa, aunque no sin antes recorrer su legado arquitectónico con edificios Bauhaus, pero sin dejar de lado su ciudad blanca, con quioscos y edificios restaurados que sirven de guía para llegar al antiguo Jaffa, el puerto que muestra lo que llegó a ser también en el pasado.
El Cairo: aunque solo sean las Pirámides, lo vale
Egipto es destino de muchos amantes del mundo antiguo. Considerada la Madre del Mundo por su historia y por su orden dentro de su propio caos, su capital, El Cairo, esconde algunos de los tesoros más valorados tras la Plaza de Tahrir, en forma de las pirámides más fotografiadas del planeta.
Pasear por sus museos, por sus calles y su ruido es una experiencia inolvidable para quienes se acercan a la ciudad más grande y quizá, la más visitada del continente africano.